miércoles, 19 de febrero de 2014

Tacto Interior

Entraron casi sin esfuerzo. Te habías imaginado que iba a ser más difícil, pero no lo fue. Una por una, en un rito mecánico, pasaron por la lengua dejando tras de sí un leve amargor que también acabe por arrastrar. Si quieres puedes parar ahora y nada habrá pasado.

De manera absurda (como casi todo lo tuyo) te viene a la memoria aquel día, tan real como el vaso que me contiene. Te sonrió. Estaba delante de ti, dándote la espalda. Tu dijiste algo (la verdad es que no lo recuerdas) y ella, como todos, se dio la vuelta, te miró y te sonrió.

Fue una linterna caída en un pozo, un trazo de tiza en el asfalto, nuevo aliento para alguien que se ahoga. Pero aquel destello terminó por apagarse cuando volvió a darte la espalda. Y tú te quedaste mudo. Con la boca abierta y el gesto idiota. En tus ojos ya había otra imagen, pero preferiste la de su pelo al moverse en ondas salvajes, libres, imposibles. La
http://entrarfacebookweb.weebly.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario