miércoles, 19 de febrero de 2014

Desde un Sueño

¿Quién es esa figura grotesca del espejo?

Todo es indistinto, apenas puedo abrir los ojos, pero los siento a mi espalda. Oigo sus pasos, huelo su aliento. El fango se apodera de mis pies y se transforma en garras que me arrastran hacia atrás. Huyo.
No para de hablarme. Sé que miente. Dice que me quiere y llora. Era mi vida: yo me había abierto a ella, vulnerable. Ya no más.

He conseguido mirar por encima de mi hombro. Siluetas deformes, tan reales, tan fugaces. Me llaman, tiran de mí, me invaden.

¿Esto qué es? ¿Cómo puedes explicarlo? Me mira con ojos vidriosos, rotos por el llanto. No hay nada que explicar; no sabes cómo me siento; nunca lo has sabido, y ahora me acosas. Calla, no quiero oír más. Mírame a los ojos y entérate: ya tengo lo que buscaba; él me entiende y me da lo que tú siempre me has negado.
Los tengo encima. Se apoderan de mis sentidos, estiran mi mente, me controlan. No quiero hacerlo. ¡Salid de mí!
Renuncia.
Busco en la gaveta. Ruido de cubiertos que caen. El filo duro se hunde con facilidad. Me sorprende, me horroriza… me agrada.

Mis manos, ajenas, gotean sangre en el lavabo. ¿Quién es esa figura grotesca del espejo?
Enlace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario