miércoles, 19 de febrero de 2014

Familia

Acabo de hablar con mi madre y la verdad es que me ha dejado (otra vez) con el corazón encogido, y siempre es mi hermana…

Bueno, mi madre para mi (como supongo que para casi todos los hijos) es la mejor madre del mundo, pero independientemente de eso es una de las mejores personas que he conocido jamás, es buena hasta decir basta y siempre está justo donde y cuando se la necesita.

En los últimos dos años ha sufrido un bajón de ánimo que poquito a poco estaba superando, gracias sobre todo a mi padre y a mi, mi hermana…bueno, luego hablo de ella.

Y todo empezó porque tuvieron que operarla de la cadera, llevaba 10 meses hecha polvo y al final la operación. Bueno, el postoperatorio es molesto, no podía andar, luego muleta, dolor… Pero se recuperó muy bien. Hasta que llegó el día de la mamografía anual, no pensaba hacérsela porque estaba hasta los huevos de médicos pero mi padre dijo que de ninguna manera. Fue, se la hicieron y … aparece un pequeño bulto y… nueva operación y … análisis del bultito teóricamente benigno y… no es benigno y…. es cáncer y… nueva operación para extirparla los ganglios y… radioterapia y…el ánimo de mi madre se va a la puta mierda, a pesar de que el cáncer se lo cogieron a tiempo y fue un proceso relativamente sencillo, aunque no dejó de ser duro y más teniendo que pronunciar esa palabra “maldita” que parece un sinónimo de muerte (que a partir de ese momento dejó de ser “tabú” en mi familia).

Bueno, pues teniendo en cuenta todo eso es comprensible que mi madre no esté como antes. El caso es que mi hermana no es que sea mala, porque no lo es en absoluto, el problema reside en su puta mala leche y sobre todo en sus formas, puede resultar muy hiriente y ofensiva si se le pone en los huevos que tiene un mal día y, con quién lo paga siempre? Sí, con mi madre. Por qué con ella? Por que:

1.- Como le diga algo fuera de tono a mi padre, el berrido que la puede pegar acojonaría hasta al más valiente.

2.-Si me lo dice a mi, me da igual. Vamos, soy bastante tranquilita en general, rozo el pasotismo más absoluto, así que si se cabrea conmigo tiene tiempo para eso y para que se le pase, yo no tengo prisa.

Quién queda? La santa de mi hogar.

Así que ahora pasamos por una family crisis como tantas otras, no importante pero odio ver llorar a mi madre por la impotencia que siente con mi hermana (y eso que en los últimos tiempos y con lo que he contado antes me he “acostumbrado” a verla llorar) y yo hablo y hablo con mi hermana, pero siempre vuelve a caer en su mala leche.

Ahora se podría entender porque mi hermana está pasando una época muy mala. Hace un mes y medio la dejó su novio después de 5 años de relación y 6 meses viviendo juntos (la casa era de él=hermana vuelve al nido=charlas morales de mis padres=mi hermana deprimida y agobiada por volver a casa=tensión). Pero mi madre NO tiene la culpa, coño! Y me jode, me jode que las personas que la estamos ayudando tengamos que tragarnos sus malas formas justificándola por lo mal que lo está pasando y que ella sólo diga de vez en cuando: que maja es mi amiga fulanita que me llama todos los días para ver como estoy, que majo mi amigo menganito que me ha invitado a su pueblo, que majos mis amigos que están pendientes de mi….que no guapa, que los que estamos sacándote de tu depresión somos nosotros, los que vivimos contigo, tus amigos serán estupendos pero a ellos no les gritas, tus ataques de ansiedad nos los comemos nosotros, tus “me quiero morir” también…sólo la pediría que se sentara y viera lo que han hecho mis padres por ella, se la caería la cara de vergüenza por haberles gritado una sola vez en estos últimos 2 meses.

Bueno, ya me he desahogado. Independientemente de esto adoro a mi hermana tanto como al resto de mi familia, pero cuando las cosas no se hacen bien también hay que decirlo...supongo que estas cosas pasan hasta en las mejores familias.

Besos y continuará
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