miércoles, 19 de febrero de 2014

Inquietud

¿Cuántas balas quedarán en el cargador? Mil veces me hago la pregunta y mil veces quedo sin respuesta. El ladrido de los perros en la niebla se acerca. Uno, dos, tres disparos. Corro entre los matorrales. Caigo, vuelvo a levantarme y caigo de nuevo. Casi siento su aliento en mis piernas. Cuatro, cinco, seis. No debo seguir disparando. Maldita sea, ¿cuántas balas me quedan? Los ladridos y las voces se acercan. Ya están aquí mismo. Siete, ocho, un aullido de dolor. ¡Le he dado a uno! Nueve... no hay diez. El sonido burlón del percutor en el metal contrasta con el silencio que me rodea. Nada. Me acurruco junto a unas raíces y aprieto la pistola contra mi pecho. Nada. Abro los ojos cuanto puedo pero la niebla es demasiado densa. Nada. La sangre golpea mi cabeza, no puedo pensar con claridad. Intento levantarme a trompicones pero me detiene en seco el frío de un cañón en mi cuello.
http://facebookiniciarsesionblogs.wordpress.com/2013/10/02/facebook-iniciar-sesion/

No hay comentarios:

Publicar un comentario